
IBERIA, CONTROLES POLICIALES Y AZAFATOS VARIOS.
Qué pequeñas son las coca-colas de los aviones, parece que están hechas para los habitantes de Liliput, menos mal que hoy las han servido azafatos y no azafatas, y que por cierto uno de ellos debía estar enganchaito a “los serrano”, porque en medio de su trabajo aeróbico para explicarnos lo de las salidas de emergencia, me hizo la mirada del tigre, a lo Fiti, a mí no me hizo mucho tilín, pero me da que yo a él le hice tolón, tolón.
Estoy gratamente impresionada con la dentadura de este sector laboral,esos dientes tan blancos, tan impolutos..., el sueño erótico del ratoncito Pérez. Estoy casi segura de que les hacen descuento en Vital Dent, Corporación Dermoestética, y que Iberia les paga en especie unos 3 ó 4 tubos de detiblank y otros tantos de oraldine. Cuando me sonríen juro que echo en falta las gafas de sol.
Nada más llegar al aeropuerto, en el control policial, ¡zaska! A quitarnos los botines, nos mandaron ponernos unas babuchas de plástico con las que hicimos patinaje por todo el aeropuerto, desde aquí hago un llamamiento al servicio aeroportuario “por favor pongan tacos a las bolsas que un día va a haber una sangría”. No contentos con descalzarnos, una señorita de seguridad, una viciosilla uniformada, me cachea de forma sospechosa , siempre he sido consciente de cómo me miraban los hombres…, y algunas mujeres…
Hago un inciso para compartir algo muy importante, me he cortado el pelo, como diría mi abuela (que también era muy glamurosa, a lo garson), sobra decir que estoy impresionante.
Hago otro inciso, no soy del Barcelona pero como el entrenador es Pep Guardiola…, pues los felicito “de corazón”, una servidora es de la ponferradina.
El taxista que nos llevó al hotel era un ladronzuelo, nos cobró 32 eurazos, me cago en el taxímetro, Gallardón y el que proyectó la M30, como esto siga así voy a tener que ir a Tenerife a dedo. He compensado el gasto cenando agua, unas compensan con vitalinea… y otras…
Y ahora me voy al bar de abajo a apretarme un absolut madrileño, puede que esta noche acabe bailando un chotis, subiéndome a la Cibeles, o llamando a Guti (si a Arancha y a Cantizano no les molesta), aunque me importa un bledo, sinceramente.