Nikita, es una amiga de esas como tantas, de las que sirven para ir de compras y al baño, una amiga que sin serlo, te alegra el día por lo intrascendente de su conversación; a Nikita se la podría llamar Barbie porque tiene varios Ken. Sostiene que no le importan los cerebros petitsuise mientras el cuerpo sea danone. Ella es así.
Esta tarde, estaba hablando con ella delante de un café, por cierto, malísimo; y la noté algo preocupada, pronto me enteré del porqué, la muy pécora tiene un lío con el vecino! Esto no sería un problema, si no tuviera un par de asuntillos pendientes con un vendedor de ilusiones, que trabaja en el Toys´R´Us. El pobre incauto (el segundo de los dos) se ve que se ha enamorado de la loba de mi amiga:
- ¡Qué se joda!- Le digo mientras le doy un trago al café puaggggg, -después de todo tú nunca le has jurado amor eterno.-
Y nos reímos como locas, porque somos un par de hijas de puta (pero eso sí, muy listas). Pagamos la cuenta y nos vamos tan frescas, y aquí no ha pasado nada, y si pasa…. se le saluda, que diría mi queridísimo amigo Dani.
Ya en la calle, sólo podía pensar en cómo fundirme parte de los 20.000 euros, pero no le digo nada del concurso a esta, después de todo me avergonzaría confesar que he visto ese programa, y no sólo eso, sino que además, he llamado;
–Uy!- diría ella, -de ahí al Pasa palabra-. Y para que se metan con mi nivel cultural ya tengo a Rocío…
Caminamos por la calle Castillo, mirando escaparates y babeando delante de los bolsos de Miss Sixty, y cuando digo babeando es del verbo babear, vamos que las Srtas. Dependientas estaban horrorizadas, y seguramente cavilando que con qué agresivo producto de limpieza borrarían las señales que fuimos dejando en su pulcro cristal.
Pero cuando casi llegué al orgasmo en plena calle, fue cuando descubrí ante mí aquel paraíso terrenal, entré como posesa, metí quinta y ni Niky me pudo parar, le pedí, que digo pedí, le exigí a la dependienta que me diese mi número y me subí a los altares..
Oh Dios!!!! Como se ve el mundo desde aquí arriba…
Miro el precio..300 euros, tócate los cojones MariPili! y ahora qué? Pues nada, le digo a la señorita, más bien le ruego con cara angelical, que no sé de donde coño me sale, pero cuando más la necesito, ahí está, que me los reserve (hasta que cobre el pastizal)... Me pide el cincuenta por ciento, y pienso-a tomar por culo paisano, de donde coño saco yo esa barbarie si ya estamos a día nueve-, esta atracadora se debe pensar que soy diputada, concejala o una ladrona, como ella. Así que con más pena que gloria, me bajo de esos andamios, que feos eran!, y me subo a los míos, que buena estoy!
Necesito echar un trago, no puedo más.
Sin ningún miramiento engancho a Niky por el brazo y la meto en el primer bar, que cutrerío, para ir al baño tuve que pedir la llave, tenía que haber salido pitando al ver las uñas del camarero que me la entregó. Contra todo pronóstico, tenía un papel higiénico acojonante, así que…abrí el bolso…
Con la buena compañía que me proporciona siempre Nikita, el Absolut Citron, y de ahora en adelante y sin ánimo de hacer la pelota a nadie, ejem ejem..(no va por Ud. Sr. Medina..o quizá si?), un ejemplar de la revista Hola!, nos dedicamos a despellejar a la Preysler, a la Chabelita, al Junior y los treinta baños que tiene en su chabolita (madre de Dios que cantidad de papel, que despilfarro!). Y por cierto que casa, que fotos nos proporciona el Hola! me he hecho fan de esta publicación. Como me gusta, y es que las fotos son grandes y para estar informada sólo hace falta leer las letras en negrita, saben que mi tiempo es oro...- Y vaya vestidos, vaya zapatos…y comento con Niky mi necesidad imperiosa de pegar un buen braguetazo, obviamente, le insto a que haga lo mismo, porque seamos sinceras, ¿Cuánto puede llegar a ganar un empleaducho del Toys´R´Us?
Cuando estábamos a punto de irnos, me comenta Niky que quiere ir al excusado, que finura se nos gasta cuando quiere, acto seguido abro el bolso y le ofrezco el paquete de klinex, me mira un tanto extrañada, y le comento
–No me des las gracias, para eso estamos las amigas-, no voy a confesar, por supuesto.
En lo que ella se excusa, pido la cuenta al camarero cochambrosillo, él que ha visto la jugada, me mira sospechosamente, y yo, noto como voy cambiando de color, para disimular y como si fuera una señorita de bien, le suelto diez céntimazos de golpe encima de la barra, me doy la vuelta toda digna, y le ofrezco una vista espectacular de mi culito meneándose hasta la puerta.
Allí mismo me despedí de Niky, y hala, cada una a su casita…que hoy es noche de expulsión en Gran Hermano.
Os diré que Nikita es una niña muy linda, aunque siempre me llama goda con retintín, no me molesta mucho, pero un día de estos le rayo el coche de arriba a abajo con las llaves de la ofi y le grafiteo en un lateral “Aprendiz de Meretriz”, todo esto sin mala intención, que me consta que tiene un buen seguro.
Y es que a mí, en las fechas navideñas, siempre me sale la vena vengativa, el rollo ese del amor incondicional, al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, me da mucho por culo. Sinceramente.